Sucesión en la empresa familiar

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Dos grandes del mundo empresarial español han fallecido recientemente. Emilio Botín (Presidente del Banco Santander) e Isidoro Álvarez (Presidente de El Corte Inglés), han representado en el último siglo la historia económica de España. Entre los rasgos comunes de estos dos empresarios, encontramos el perfil de empresa familiar que han marcado en sus negocios. Por un lado, la familia Botín ha venido gobernando desde 1857 a la primera entidad bancaria española, el Banco Santander. Por su parte, El Corte Inglés, fundada en 1934, ha sido gestionada por la familia Álvarez, y es considerada entre las empresas familiares más grandes de España.

Tras los fallecimientos de Botín y Álvarez se abre una nueva etapa en ambas entidades marcada por el denominador común de empresa familiar.

Ana Patricia Botín, ha sido nombrada presidenta del Banco Santander, en virtud de un protocolo elaborado por la familia para traspasar los poderes a un miembro de la familia en caso de fallecimiento (aunque encontramos la oposición de Javier Marín, Ceo del Banco Santander y los fondos, los cuales afirman que existe otro protocolo distinto al enviado al Banco de España).

Más reciente ha sido el fallecimiento de Isidoro Álvarez, aunque ya se apunta a su sobrino Dimas Gimeno Álvarez como su sucesor.

Estos repentinos traspasos de poder, tienen una importancia máxima en el mundo de los negocios, por tanto, tanto los Botín como los Álvarez, han sido precavidos a la hora de elaboran sendos protocolos familiares, para que las empresas no se queden acéfalas.

Pero, ¿qué es un PROTOCOLO FAMILIAR? Si extraemos la definición del RD 171/2001 por el que se regula la publicidad de los protocolos familiar, podríamos decir que es aquel conjunto de pactos suscritos por los socios entre sí o con terceros con los que guardan vínculos familiares que afectan una sociedad no cotizada, en la que tengan un interés común en orden a lograr un modelo de comunicación y consenso en la toma de decisiones para regular las relaciones de familia, propiedad y empresa que afectan a la entidad.

El objetivo de celebrar un protocolo familiar es obtener una visión sobre el futuro de la empresa y sobre todo transmitir los valores y creencias que se quieren mantener. Es de suma importancia que las generaciones posteriores adquieran desde pequeños, el concepto de empresa familiar, para que en un futuro puedan ser ellos los que lleven las riendas y no se pierda la empresa familiar en dos generaciones.

Tras el primer objetivo cumplido del protocolo familiar, viene la hora de definir qué familiares y en qué condiciones pueden acceder a trabajar en la empresa (educación necesaria, experiencia previa, edad mínima, parientes políticos, actuación ante divorcios).

Otros aspectos a valorar en el protocolo familiar, son los criterios para fijar remuneraciones, anticipación a conflictos, mecanismos para la resolución de los mismos, y demás cuestiones que interesen a la familia, a la empresa, y fundamentalmente a su permanencia en el tiempo.

Jurídicamente hablando, el protocolo familiar se articula como unos estatutos de una sociedad, o más concretamente como un pacto parasocial. Es fundamental que la formación del mismo sea llevada a cabo, por un profesional (asesor, abogado) y la propia familia, ya que el protocolo familiar debe ser adaptado a la empresa y a la familia. Lo que es válido a una empresa familiar a otra no tiene por qué servirle. Por eso es necesario, que los empresarios en primera o segunda generación se planteen su redacción. Muchas veces encontramos miedo a perder el control de la compañía, o a que hallan problemas familiares derivados del protocolo familiar, pero la realidad, es totalmente contraria. Los problemas llegan si no tenemos definido el negocio, si no tenemos implicada a la familia, si no damos paso a las siguientes generaciones y confiamos en su criterio.

La familia Botín o la familia Álvarez, son ejemplos en los que deben mirarse los empresarios a la hora de enfrentarse a la sucesión familiar, y no tener miedo a ir dejando fijados criterios y mecanismos de actuación, ante situaciones inesperadas.

Cecilia Enciso (cenciso@enclegal.com)

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